Casi maraca

A mí, maravillosamente, me calan hondo las palabras y desde que entré a la universidad 
diversas circunstancias han desencadenado que me digan: "zorra", "maraca" y "coqueta".
Sufrí sin comprender, pero al pasar el tiempo una puede ser más reflexiva sobre sus propios actos e intentar entender(se) al mundo y sus definiciones.

Quizás, algo de maraca o calientasopa tuve/tengo según definiciones ''no oficiales'' en internet, las que son bastante estúpidas como el tener más amigos hombres o tener amigas más feas que una para brillar (no voy a citar esas páginas, porque encuentro que son un poco denigrantes, prejuiciosas y poco serias. Aún así, algo de realidad poseen al menos en las expectativas e interpretaciones de los "corazones rotos" o ingenuos seres. En fin, igual son fáciles de encontrar; poner: maraca o calienta sopas y listo.)

Encuentro más destacable la caracterización referida a ''provocar a un hombre sin perseguir nada a cambio, solo por el placer de seducir.'', "tener un ego super inflado, aún cuando no sea infiel, abusa de su coquetería para obtener beneficios" y la contraposición "falta de confianza, necesitar atención para sentirse linda." Debido a que puedo sentir alguna especie de identificación con ciertas aristas.
Primero, creo al menos una o dos veces haber hecho no muy conscientemente lo de provocar a un hombre (también a una mujer, al menos) sin perseguir nada a cambio (solamente miradas y conversaciones simples, no estoy segura de que implica exactamente provocar, porque hay veces que solo una simple presencia ''provoca''.). Estimo que quizás estaba explorando, porque soy muy curiosa y algunas veces me gusta mirar a la gente solo por el hecho de hacerlo, puede ser muy interesante ver sus reacciones. Mas, nunca he hecho conscientemente un gesto coqueto, no sé hacerlo; solamente, a veces sonrío por creer que es lo debido si reciben mi mirada de tal modo, es decir, como una especie de cortesía.*
Por otro lado, esto puede sonar muy engreído, pero ser, más o menos, la cáscara de lo que hoy en día se denomina bello, es difícil al menos no devolver una mirada con (son)risa, sorpresa, asco, rabia, entre otros, dependiendo de mi estado anímico, porque no soy un maniquí ni objeto inanimado y reacciono. Puedo decir que esto hoy me aburre normalmente, me desagrada. Sin embargo, tristemente hay días, lo que lleva al punto dos y tres, en los que estoy desanimada y me sorprende, me sonrío y quizás algo alegra ser "al menos bonita". Sí, es muy patético, pero algo así es lo que siento en tales deprimentes días. No obstante, me aflige igual, porque no deseo ser simplemente ''bonita'', ''flaca'' y todas esas estúpidas etiquetas que abundan.
En fin, no considero tener un "ego superinflado" y creo, como vi en algún comentario en tales blogs machotes o lo que fueren, que al final lo que podría esconderse detrás de esto es una inseguridad, necesitar atención para sentirse linda y, quisiera creer que hay algunas que realmente no se dan cuenta. Finalmente, no creo haber aceptado beneficio alguno, de hecho me desagrada si me desean pagar algo, lo encuentro degradante y nunca dejé que ello pasara por más insistencia que hubiese, por tanto al final mucho se reduce al juego de las expectativas e imaginación, historias que un@ se hace en la cabeza.
 
Video o película atingente:
http://www.elciudadanotv.cl/formato/cine/cine-chileno-en-su-casa-te-creis-la-mas-linda-pero-eris-la-mas-puta/



Por tanto, volverse consciente sobre lo que el aspecto externo conlleva (de forma indeseada y no premeditada en muchos casos, probablemente) e intentar mantenerse lo más fiel a una misma se vuelve bastante relevante para evitar caer en denigraciones hacia persona alguna y no ser acusada de "ser" términos inexactos (o al menos estar segura de que están siendo aplicados de manera errónea). Mas, esta discusión y/o reflexión no ha acabado, debido al hecho de sentir que no me hice mucho cargo del significado e implicancias de la palabra "provocar" y su relación con las miradas, gestos y sonrisas. Posiblemente, un@ psicólog@ tenga datos más serios que aportar al respecto. Yo sólo vivo como puedo (con muchas dudas respecto a cómo relacionarse con personas) e intentaré hacerme cargo de algún modo de mi curiosidad y cortesía. Pareciera ser que para no acarrear ese tipo de problemas hay que ser más frío y cínico, pero yo no estoy de acuerdo con ser de tal modo siempre...

*Una vez, a mí me la hicieron fucsia, se me habían perdido los guantes para el invierno y a volver al sitio donde esperanzada quería encontrarlos, el guardia los tenía, inocentemente y con alegría le dije si podía agradecerle con un abrazo, él dijo que no podía por su profesión, pero y ahí viene la grande, me dijo que de ahora en adelante tendría que saludarle, ya okeyy... Algunos días después, lo vi, paré, lo saludé por cortesía y agradecimiento, según mi interpretación, y ahí estuvo hablándome sobre su vida, diciendo como ohh eres una persona a la que siento que le puedo contar todo con mucha facilidad y yo, inocentemente sintiéndome honrada por mis habilidades de investigadora social que creía poseer asentía orgullosa. Luego, el Weón tuvo que ir a ayudar a una persona en silla de ruedas (es decir, su trabajo ¬¬) y me dijo que lo esperase, yo "bonitamente", bobamente, mejor dicho, hice caso. Luego, volvió y seguramente me siguió hablando de su vida, que fue militar, pero se aburrió blabla, chuparme un poco más los ovarios, quien sabe, ya no recuerdo, y fue llamado por su superior, quizás. Ni idea, la cosa es que se quedó ahí y ya no recuerdo si me dijo que lo esperase nuevamente, creo que sí (y yo era la gran obediencia personificada). Era super tarde (de noche) e igual quería irme, pero mis dificultades para decir lo que quiero hacer son más fuertes en situaciones de desconfianza. En fin, pasó una compañera y me habló y me dijo que hacía ahí parada, yo, con mi hermosa sinceridad algo le conté al respecto y me dijo: ''qué coqueta" quedando yo traumada hasta hoy sin comprender qué estaba haciendo de coquetería, luego al ver como pasaban más y más personas me enchuché, miré feo hacia donde estaba el tipo ahí parado a lo lejos sin darme ninguna explicación al dejarme plantada sin siquiera yo haber iniciado la conversación y me fui, sintiéndome muy mierda, muy puta, muy maraca, NO, mentira. Me sentí engañada, usada y fue feo, horrible porque de algún modo después de ese día cuando me devolvió mis guantes yo había vuelto a creer en que la humanidad existía en el mundo, que existía el altruismo real. Pero no, la realidad fue más dura, abofeteándome la cara para esclarecer mis dudas al respecto y comprobándose lo de ''en la confianza está el peligro" en esta ridícula ocasión, en la que yo misma de algún modo me envolví.

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