Estar en la entrevista de tu trabajo soñado (Contexto: en tiempos de coronavirus, online)
Te llamaremos por un sí o por un no-
Esperanza te llama...

(con voz de lástima, ellxs en reunión. Tu corazón empieza a latir muy fuerte del modo premonitorio)

¿¿"...No pierdas la esperanza..."??

[No, no dijo eso; es un intento de interpretación de este momento triste, pero no mayor a migrantes varadxs en la calle en nada sin nada junto a sus hijxs y miles de otras cosas horribles del momento que explotan en la cara de quienes nunca lo veían-. Simplemente, ya no lo recuerdo, he oído eso hartas veces como para atesorar las palabras exactas de ese mensaje tan triste.]

-Muchas gracias a ustedes por la oportunidad.



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Hoy fue un día extraño, estuve muy feliz tras la entrevista (si bien sentía que no me había ido excelente) y luego desesperanzada por la noticia que me hace cuestionarme (con cada vez más fuerza) si debiera seguir siendo tan lineal con mis deseos laborales o agarrarme de lo que haya, dejando la esperanza de ojalá desarrollar esos otros aspectos que realmente me importan mucho de otras maneras. O reconocer los modos en que lo he hecho hasta ahora y evolucionarlos hacia proyectos más impactantes.



-Aló, ¿Esperanza?

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