Quisiera tener algo bonito que contar, pero no. A continuación, una anécdota de mis casi-trágicos días de estudio...
<< "Ese día había sido tan monótono y fome que no hallé nada mejor que patear la puerta del baño de la U diciendo: ¡Ha!
Con el motivo de entrar.
¿Qué sucedió después?
Nada.
Sólo yo riéndome de mí y mi propia ridiculez." xP
La fomedad persiste -.- >>
Al menos sí se abrió, porque en otro momento intenté abrirla empujándola con mis manos
y no funcionó.
Pudo haber sido trágico, pero tuve suerte.
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