El cuerpo... ¿Nos pertenece?

Una triste historia post-mortem
en la que se revela cómo el cuerpo de una
es utilizado por otros para su beneficio propio...
Esto lleva a preguntarnos:

¿Es mi cuerpo mío? ¿Soy acaso realmente dueña de mi cuerpo?

¿Cuando muera cumplirán mis deseos sobre lo que quiero que hagan con él? Sea llevarme a x parte a ser enterrada o convertirme en polvo.
qué sucederá con mi cuerpo después...

¿Alguna vez fue mío mi cuerpo?



Si en vida y juventud -especialmente- lo miran morbosamente
y no puedo salir a las calles sin sostén o sin nada por arriba sin hacer de ello justificación de que me violen o violenten
que si me depilo o no 
que si soy estoy gorda o flaca 
que si tengo estrías o celulitis 
que si me manché con la regla 
que si me tapo mucho o muy poco 
que si me visto como hombre o como hippie
en fin.

Por otra parte,
claramente, ella: su imagen y cuerpo, simbolizaban algo más que sólo un cuerpo, es decir, su cuerpo remitía a una ideología, al pueblo, al populismo y todas aquellas ideas vinculadas al Peronismo, las que desconozco como para tratarlas en profundidad en este post.
A su vez, su cuerpo remitía a sus antepasados, parientes, a quienes le otogaron la vida. Sus padre y madre, y los suyos y los suyos de los suyos, que permitieron en cadena abrir la posibilidad de que ella naciera. Además, posiblemente, sus rasgos debieron de asemejarse a los de ellxs, lo que mostraba una pertenencia a un linaje no escogido previamente por ella. Es decir, principalmente, les debía su vida, dado que ella no se la dio a sí misma. No obstante, cabe preguntarse

¿nacer de alguien, deberle la vida a alguien(es) te hace suyo?

No.  

Por ende, aún con todo ello, estas alusiones hacia algo que no era ella misma ni su cuerpo concreto, no alcanzan a ser suficiente razón para todo lo que le hacen pasar a su cuerpo y el trágico fin de vida que le dieron.

 Sin-si-quiera-preguntarle-antes.




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