es muy tenue la diferencia

Pero una cosa es cuando sientes que estás para rellenar un puesto 
Y ese puesto ni te suma ni resta ni llena, que ni feliz te pusiste cuando te anunciaron triunfalmente que lo tendrías, solo te ocupa tiempo, bastante in fact, es poco claro las tareas por hacer, se settean en el día a día, no te motiva mucho, miras y remiras el celular, hasta te aburres de mirarlo, te estresas cuando nada sucede, cuando no te piden nada de improviso, cuando tienes tiempo para hacer cosas propias, pero no te organizaste de ese modo, porque esperas la ansiada orden de una misión dicha en el momento y que obvio que es urgente siempre. Repirar. No olvides. Baja los hombros. Recuerda. 
Y otra cuando también rellenas un puesto pero tú quieres rellenar ese puesto y estás dispuesta a pagar el precio 
El sentimiento es distinto. 
Sonríes de oreja a oreja, tienes fe y pasión, esperanza de cambiar el mundo, tu mundo, las cosas, vidas de otras personas, aportar, ser feliz, etc, mil expectativas... Sales de ahí, de la reunión, llena de energías, no cansada con ganas de suicidarte 

Aún si en retrospectiva la experiencia después no es buena y te arrepientas porque no era lo que pensabas o era mal lugar con 0 crecimiento 
O tú no te adecuabas a su modo de hacer las cosas
O no te interesaba su meta
O mil otros morivos válidos 
Saltaste cuando supiste la noticia tocando el techo con la palma de la mano. Aunque te pagaran 700 o 400 pesos. ¿Cuándo fue la última vez que te pasó eso?

O quizás sea como esas relaciones que se enfrían y naturaliza la interacción y ya no sientes nada. Yo igualmente, lo único que sé es que si me pudiera ir me iría, de una, sin mirar mucho atrás, a lo más pedir perdón y decir confío en que lo lograrán sin mí, lo único que sé es que aquí no pertenezco. No soy feliz. 
Y eso es feo estar feliz en la cultura de la consultora, pero no de su cliente que le da el pan, hasta qué punto estás dispuesta a sufrir y vivir en automático porque amas el espacio en el que trabajas si no alimenta lo que tu ser necesita más que con monedas y la oportunidad de hacer tus hobbies y regalarlos a ella misma?
 Es decir, si te echara quedas en nada nuevamente...

Hacer informes, guías de uso y presentaciones no es la razón por la que sufrí durante el estallido social y luego la pandemia llorando cada noche por no saber programar bien en ese Bootcamp. Si no hago algo que me guste o al menos que sirva para aprender algo que el mercado pide como lo es la programación, para qué seguir ahí? 
Para qué seguir siendo el eterno reemplazo quedando sola en un programa de onboarding penca que al único que le aporta es al dueño mientras les peones le hacemos todo y sacrificamos vida personal nocturna a un wn que ni le importa ni sabe de tu existencia? Si no me aporta por qué sigo ahí?
Por miedo, obvio.
Hasta qué punto destruir tu vida y potencial quedándote en un lugar que no lo ve ni te permite crecer por miedo?

Qué es lo importante para ti?
Siempre han sido las personas. Sus experiencias. Sus vidas, su dignidad, la justicia. 

Estás dispuesta a ver lo que no te gusta y que se vincula al negocio y dinero con tal de que puedas analizar y hablar y trabajar más en torno a personas?

Estás dispuesta a dejar todo tirado (otra vez) y aceptar las consecuencias de tales actos? 

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