post-conversaciones y flechas sin fecha

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Le achunté a algo o, bueno, mejor dicho, 
me achuntaron, 
y dieron directo en mi corazón.
Como cien flechas, una tras otra, de distintos modos, con distintas características. Unas más lejos que otras, en todo caso. De la que más esperaba fue la más fugaz y efímera y lo partió con su indiferencias y usabilidad de mi cuerpo sin importarle su estado final. Si lo sigo teniendo que escribir, it's still hurts y el código de terraform no me corre. Ninguno propio corre. Pero sí la sangre por mis venas que llegan a mi corazón llevándole el oxígeno que olvido 
respirar
Mientras me recupero, para prepararme de nuevo, para el próximo lanzamiento.
Uno en que sea yo
y no una copia 
en que al menos si no tiene sentido
al menos disfrute lo que estoy haciendo y pueda hallarle el sentido en el camino y si lo tiene mejor todavía
eso es donde quiero apuntar con mi flecha
y es muy poco concreto
mantenerme ocupada en cosas útiles como capacitarme lo he hecho, pero no me he certificado en nada últimamente no me hae dado el tiempo.
Al menos un objetivo pequeño hay, ¿no? Un objetivo concreto, meta: terminar, terminar algo. Alguno(s) de ellos lo antes posible.
 Que me motiven, mm me falta fuertemente algo más de comunicación e interacción más allá de los vínculos fliares y motivos laborales, hacia dónde disparar la flecha. Vienen a mi memoria recuerdos horribles, feos, vacíos. ¿Por qué no intentarlo de nuevo? Al menos ya sé hacia dónde no apuntar, al pantano no, allí la flecha por más entusiasmo que le ponga, se hundirá y desaparecerá como si nunca hubiera existido. Hay otras duirecciones distintas posibles. Ya me lo demostraron quienes, estando yo en el colegio, jamás habría pensado que aceptaría con tanta gratitud sus flechas.
Están por ahora metidas en mi corazón y las he intentado tirar a un lado y, contrario a mis expectativas, no se han desvanecido, prevalecen. Si bien hay días y ratos en que me siento en una isla cuando hablo y llega una luz y uuna cuerda, ahí, ahí todo vuelve a tener sentido, el sentido que no tenía en aqullos otros ratos, un sentido de diversidad, colaboración, interculturalidad, aprendizaje, crecimiento y reconocimiento.
Por eso, esas flechas siguen ahí, en mi corazón.
Y si bien no sé hacer malabares, sí se mantener el ula ula y con ese ímpetu y esfuerzo 
mantengo el aro ahí
procurando cumplir las expectativas de ese alguien que no sé quién es
que vio algo en mí 
e intento agradecerle
girando girando girando girando girando
pero ese alguien ya debe notar que mis energías no son las mismas que los primeros días
llena de sueños entusiasmo ganas de contribuir
hoy en día sólo pasan los días, las reuniones y mi oxígeno se queda por ahí
olvido respirarlo
y el sinsentido fluye desde mis neuronas y
me asfixia el alma
reflejándose en autolesiones de creencias de insuficiencia
y ahí las flechas se encogen...
 
se han ido encogiendo
entonces, cuando duelen me entran unas gamas enormes de arrancarlas o al menos arrancarme una, como los dientes que me sacaba cuando niña
y de ahí sangrar sangrar sangrar
pero lo que aprendí este año es que la estrategia es muuy importante
que no es buena idea sangrar por dos hoyos, mejor sólo arrancar una flecha por el momento
pero cuál?
y si igual me muero en el proceso
si no sano
después de arrancarla
podré volverla a usar?
me pertenecerá?
tiene sentido volverla a usar o se vengaría y me tiraría a otra parte o hacia donde no quiero ir?



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